Este examen, que tendrá lugar en la Toyota City de Japón, consistirá en una serie carreras de prueba en una de las vías de este complejo, en la cual se enviará información sobre el estado de los semáforos al vehículo en una frecuencia de 700 MHz mientras circula. El conductor sabrá en todo momento en qué estado se encuentran los discos luminosos y cuándo van a cambiar. Se espera que, gracias al trabajo conjunto entre el ITS y otros sistemas de navegación integrados por la propia Toyota para visualizar mejor los semáforos en rojo, se consiga una reducción de las emisiones de dióxido de carbono en las deceleraciones frente a los mismos.
Con estas pruebas, Toyota analizará el comportamiento de los conductores en diversas situaciones y estudiarán cómo los sistemas de cooperación vehículo-infraestructura pueden ayudar a prevenir accidentes de tráfico y a reducir las emisiones de CO2. Toda la información recopilada servirá en el desarrollo de futuras mejoras para el ITS.
El objetivo a largo plazo de la marca japonesa es la creación de sistemas de navegación que integren en tiempo real información sobre personas, vehículo y el entorno del tráfico. Igualmente, lleva realizando pruebas en este sentido desde el pasado mes de marzo, testando un mecanismo de prevención de accidentes de tráfico provocados por una posible distracción del conductor.
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